El Poder de la Vulnerabilidad
Brené Brown, académica y escritora estadounidense, durante toda su vida se ha especializado en estudiar temas diversos, incluyendo la vulnerabilidad, el coraje, la vergüenza, y la empatía. En uno de sus trabajos comparte los hallazgos de su extensa investigación que duró 6 años, con la cual buscaba comprender la conexión. Con su investigación, se dio cuenta de que la vergüenza interfiere con este estado, ya que nos da miedo no ser dignos a conectar. Con ello, llegó a comprender qué es la vergüenza y como funciona, pero eso no le bastaba, ella quería llegar a la raíz del problema. Por ello, después de analizar las entrevistas se dio cuenta que existían personas que se sentían dignas a conectar y aquellas que no.
Como inicialmente buscaba estudiar la conexión, decidió centrarse en el grupo que se considera digno, es decir, aquellos que alcanzaban el estado de conexión. Al analizarlos se percató que estas personas tienen el coraje de ser imperfectos, ser compasivos para ser amables con ellos mismos y con otros, de conectar al ser auténticos y que aceptaban por completo la vulnerabilidad, en el sentido de que todo aquello que te hace vulnerable te hace hermoso y que no debe ser incómodo o vergonzoso, si no que necesario.
Brown explica que la vulnerabilidad puede verse como debilidad, pero en realidad es un signo de valentía y fortaleza. Según Brown, la vulnerabilidad nos permite conectar con los demás de forma auténtica y mostrar empatía y compasión. Afirma que para ser verdaderamente vulnerables, debemos superar la vergüenza y el miedo al rechazo. Al hacerlo, podemos abrazarnos a nosotros mismos y conectar más profundamente con los demás. La vergüenza, por otra parte, puede impedirnos ser vulnerables y vivir una vida plena y satisfactoria.
Actualmente, tenemos un problema muy fuerte en abrazar nuestra vulnerabilidad y esto se debe a que el mundo es vulnerable y por ello queremos insensibilizar nuestro sentir. Sin embargo, esto no resulta efectivo ya que no podemos insensibilizar una emoción. Ya que al hacerlo, terminas reprimiendo otros aspectos y no logras alcanzar la felicidad. Por ello, la autora sugiere que seamos vulnerables. Con ello lograremos conseguir amar con todo el corazón, ejercer la gratitud y lo más importante, creer que somos suficientes y dignos de conexión, porque eso nos vuelve más amables con nosotros y con otros.
Su trabajo es una profunda reflexión sobre cómo la vulnerabilidad puede transformar nuestras vidas para mejor. Al aceptar nuestra vulnerabilidad y superar la vergüenza y el miedo al rechazo, podemos conectar más profundamente con los demás, mostrar empatía y compasión, y crear relaciones significativas y satisfactorias. Realmente, este tema aporta mucho al desarrollo de los profesionistas, ya que con ello pueden aceptarse de un modo más auténtico y conectar profundamente, llevándolos a ejercer un mejor liderazgo y conexiones personales.